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agosto 07, 2009

Mario Moreno Cantinflas


Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes (12 de agosto de 1911 – 20 de abril de 1993), mejor conocido como Cantinflas, fue uno de los mejores actores y comediantes mexicanos que he podido ver y escuchar.

Ganó una enorme popularidad con la interpretación de su personaje Cantinflas, un vago salido de los barrios pobres que se originó del típico pelado. El personaje se asoció con la identidad nacional de México y le permitió a Moreno establecer una larga y exitosa carrera cinematográfica que incluyó una participación en Hollywood. Se dice que el estilo de salir a hacer comedia, disfrazado de "peladito", lo tomó del comediante Manuel Medel. Charlie Chaplin una vez lo llamó "el mejor comediante del mundo" y Mario Moreno a veces es referido como el "Charlie Chaplin de México". Mientras que algunas de sus películas fueron dobladas al inglés para las audiencias estadounidenses y su trabajo fue bien recibido entre la gente de Francia, el juego de palabras que usaba en español no se traducía bien a otras lenguas. Sin embargo, tuvo un estruendoso éxito en Latinoamérica y en España, donde todavía tiene muchos admiradores devotos.
De su vida intima personal no voy a hablar prefiero recordar al personaje que me hizo reir muchisimas veces con sus intervenciones lunguisticas, etc., hoy escribiremos del personaje que cautivo y cautiva con su sencillez y humor particular.

Carrera en el mundo del espectáculo
Antes de comenzar su vida profesional, exploró un número de posibles carreras como la medicina y el boxeo profesional antes de unirse al mundo del espectáculo como bailarín. Para 1930, ya se había unido al circuito de carpas de la Ciudad de México, turnándose entre las carpas Ofelia, Sotelo de Azcapotzalco, y finalmente la carpa Valentina, donde conoció a su futura esposa. Al principio trató de imitar a Al Jolson pintándose la cara con pintura negra, pero después se separó para formar su propia identidad como un habitante de un barrio pobre con pantalones holgados, una soga como cinto y un bigote muy particular. En las carpas bailaba, realizaba acrobacias y otros varios oficios.

Carrera cinematográfica Estrella con el nombre de Cantinflas en el Salón de la Fama de Hollywood
A mediados de la década de 1930, Cantinflas conoció al productor ruso Jacques Gelmany posteriormente se asoció con él para formar su propia compañía productora cinematográfica. Gelman, producía, dirigía y distribuía, mientras Cantinflas actuaba.

Cantinflas hizo su debut en 1936 en la película No te engañes corazón pero la película recibió poca atención. En 1939 estableció Posa Films, produciendo películas cortas que le permitieron desarrollar el personaje de Cantinflas, pero fue en 1940 cuando finalmente se convirtió en una estrella después de rodar Ahí está el detalle. La frase que le dio su nombre a la película se convirtió en su principal frase por el resto de su carrera. La película fue un éxito en Latinoamérica y fue reconocido por la revista "Somos" como una de las 10 más grandes producciones de México.

En 1941, hizo primero el papel de un oficial de policía en la película El gendarme desconocido. Para entonces ya se había distinguido bastante del típico "peladito" de la década de 1920 y su personaje pasaba cómodamente de ser el hombre marginado de clase baja a poderoso servidor público. La naturaleza política de la retórica del cantinflismo facilitó esta fluidez. Volvería a tomar el papel del agente 777 y sería homenajeado por las fuerzas policíacas en toda América Latina por su imagen positiva de la aplicación de la ley.

Ni sangre ni arena, una película satírica acerca del toreo en 1941, rompió niveles de taquilla de películas mexicanas en varios países de América. En 1942 se unió con Miguel M. Delgado y Jaime Salvador para producir una serie de parodias, incluyendo una de El circo de Chaplin.

Las décadas de 1940 y 1950 fueron las mejores para Cantinflas. En 1946 dejó de trabajar con las compañías mexicanas y firmó contratos con Columbia Pictures. Para entonces, su popularidad era tal, que pudo prestar su prestigio a la causa de los trabajadores mexicanos, representando a la Asociación Nacional de Actores en conversaciones con el presidente Manuel Ávila Camacho. Sin embargo las pláticas no dieron buenos resultados y como resultado de un escándalo, decidió retractarse y regresar al teatro.
El 30 de agosto de 1953, Cantinflas inició la presentación de su obra teatral "Yo Colón" en el Teatro de los Insurgentes, el mismo teatro que se había visto envuelto en una controversia sobre un mural de Diego Rivera que incorporaba imágenes de Cantinflas y de la Virgen de Guadalupe. Los críticos, incluyendo ciertos grupos conservadores y el arzobispo Luis María Martínez, tildaron la obra como "blasfemia" y eventualmente fue pintada sin la imagen de la Virgen.

Yo Colón colocaba a Cantinflas en el personaje de Cristóbal Colón quien, mientras continuaba "descubriendo América" hacía observaciones cómicas, históricas y contemporáneas desde diferentes perspectivas. Las bromas cambiaban cada noche y Moreno continuó empleando su juego de palabras y doble sentido para atacar a los políticos.

En 1956, La Vuelta al Mundo en 80 Días, el debut estadounidense de Cantinflas, lo hizo ganar una nominación al premio Globo de Oro en la categoría de mejor actor de musical o comedia, en esta cinta actúa junto al actor inglés David Niven. La revista Variety dijo en 1956 que su calidad chaplinesca contribuyó al éxito de la película. Esta película recaudó la cantidad de $42 millones de dólares en taquilla. Mientras que Niven fue el principal actor en los países de habla inglesa, Cantinflas lo fue en el resto de los países. Como resultado de la película, Cantinflas se convirtió en el actor mejor pagado del mundo.

La segunda película estadounidense de Cantinflas, Pepe, intentó replicar el éxito de la primera. La película incluyó apariciones relámpago o cameos, de Frank Sinatra, Judy Garland, y otras estrellas. Su humor, profundamente arraigado en la lengua española, no se pudo traducir bien para las audiencias estadounidenses y la película fue una notable decepción taquillera. A pesar de eso, recibió otra nominación al Globo de Oro por su actuación.
En 1992, durante una entrevista estadounidense, Mario Moreno confesó que el principal impedimento para su éxito en los Estados Unidos era la barrera de la lengua. Después de regresar a México, Cantinflas creó su propia compañía, Cantinflas Films, y continuó haciendo películas hasta su última, que fue El Barrendero, realizada en 1981.

Como Charlie Chaplin, Cantinflas era un satírico social. Hacía el papel de el peladito, un don nadie, con esperanzas de tener éxito. Con admiración mutua, Cantiflas fue influenciado por las primeras películas de Chaplin así como por su ideología. El Circo era una "sombra" del cine mudo de Chaplin. El Circo y Si yo fuera diputado tenían muchas cosas en común con la película de 1940, El Gran Dictador.

Las películas de Cantinflas, hasta la fecha le siguen generando ganancias a Columbia Pictures. En el 2000, Columbia informó un aproximado de $4.000.000,00 de dólares generado por las ganancias de la distribución en otros países.

Impacto
Entre las cosas que lo hicieron querido por el público estaba el uso cómico del lenguaje en sus películas; sus personajes (los cuales casi todos era una variación del mismo personaje, pero en diferentes papeles y situaciones) entablaban una conversación normal para después complicarla al punto de que nadie entendía lo que estaba diciendo. El personaje de Cantinflas era particularmente adepto para ofuscar la conversación cuando le debía dinero a alguien, al cortejar señoritas o al tratar de salir de problemas con las autoridades, arreglándoselas para humillarlas sin que se dieran cuenta. A esta forma de hablar se le llamó cantinfleada y se convirtió en español en una forma de decir ¡estás cantinfleando! cada vez que a alguien le era difícil entender la conversación. La Real Academia Española incluyó el verbo cantinflear y las palabras cantinflas y cantinfleada en su diccionario en 1992.

En el campo de las artes visuales, artistas de la talla de Rufino Tamayo y Diego Rivera pintaron a Cantinflas como un símbolo del hombre mexicano. La banda de punk estadounidense Mindless Self Indulgence grabó una canción sobre Cantinflas llamada Whipstickagostop.

El estilo de Cantinflas y el contenido de sus películas llevó a muchos estudiantes a concluir que él había influenciado los muchos teatros que pasaban el mensaje del Movimiento Chicano durante las décadas de 1960 y 1970 en los Estados Unidos, de los cuales, el más importante era El Teatro Campesino. El movimiento del teatro era una parte importante del renacimiento cultural que era la contraparte social del movimiento político por los derechos civiles de los méxico-estadounidenses. Su uso de los estilos y temas sociales es visto como un precursor del teatro Chicano.

En la década de 1970 apareció una serie de dibujos animados llamado El Show de Cantinflas protagonizada por una caricatura animada. El show estaba dirigido a los niños y tenía un propósito educativo. El personaje animado era llamado "Amigo" y se concentraba en una variedad de temas para educar a los niños que iban desde el origen del fútbol hasta el origen de la Línea internacional de cambio de fecha.

Aunque Cantinflas nunca logró en Estados Unidos el mismo éxito que cosechó en México, fue homenajeado con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Recibió dos nominaciones al premio Globo de Oro en la categoría de mejor actor y el reconocimiento a los logros de su vida por parte de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.

El premio Mario Moreno Cantinflas es entregado anualmente a los actores que "representan a la comunidad latina con el mismo humor y distinción que el legendario Cantinflas" y que, como Cantinflas, usan su poder para ayudar a los más necesitados.

En el 2002, el estadounidense-salvadoreño (aunque él se describe como chicano) Herbert Sigüenza, artista, comediante y miembro de Culture Clash, comenzó a actuar en un monólogo acerca de Cantinflas que hizo gira por todo el país. La obra, hablada en inglés y español, incorporó rasgos comunes en las películas de Cantinflas y recreó muchas de las rutinas de comedia del actor, tal como su caminar característico. Las películas de Cantinflas son distribuidos en Estados Unidos por Laguna Films.

Respuesta crítica
Cantinflas a veces es visto como el personaje Groucho Marx, el que con sus habilidades lingüísticas ataca a los ricos, los poderosos, la policía e incluso al gobierno. El historiador y autor de Cantinflas y el Caos de la Modernidad Mexicana escribe: "Cantinflas simboliza el peladito que triunfa sobre los poderosos usando sus trucos" y presenta a Cantinflas como la imagen misma del México de la transición.

Gregorio Luke, director ejecutivo del Museo de Arte Latinoamericano dijo: "entender a Cantinflas es entender lo que ha pasado en México en todo el siglo pasado".

Por su parte, Monsiváis interpreta sus representaciones en términos de la importancia de la palabra hablada en el contexto del "analfabetismo reinante" de México (70% en 1930). Particularmente en la película El Analfabeto, "Cantinflas es el iletrado que toma control del lenguaje como puede".

El periodista Salvador Novo interpreta el papel de los personajes de Moreno totalmente en términos de cantinflismo: "En condensarlos: en entregar a la saludable carcajada del pueblo la esencia demagógica de su vacuo confusionismo, estriba el mérito y se asegura la gloria de este hijo cazurro de la ciudad ladina y burlona de México, que es Cantinflas".

En su biografía de la comicidad, el estudiante de cultura mexicana Jeffrey M. Pilcher, ve a Cantinflas como una metáfora del "caos de la modernidad mexicana", una realidad que estaba fuera del alcance para la mayoría de los mexicanos. "Su lenguaje enredoso expresaba elocuentemente las contradicciones de la modernidad como 'el momento palpitante de todo lo que quiere ser y no puede'. De igual forma 'las jerarquías sociales, los patrones del lenguaje, las identidades étnicas, y las formas masculinas de comportamiento, todos cayeron ante su humor caótico para ser reformuladas en nuevas formas revolucionarias".

Filmografía y personajes
Películas a color
El barrendero (1981) — Napoleón Pérez García, barrendero (última película)
El patrullero 777 (1977) — Diógenes Bravo, policía
El ministro y yo (1975) — Mateo Melgarejo, burócrata y evangelista
Conserje en condominio (1973) — Úrsulo, conserje
Don Quijote cabalga de nuevo (1972) — Sancho Panza (coproducción con España)
El profe (1970) — Sócrates García, profesor
Un Quijote sin mancha (1969) — Justo Leal y Aventado, abogado
Por mis pistolas (1968) — Fidencio Barrenillo, boticario
Su Excelencia (1966) — López o Lopitos, diplomático (canciller y embajador)
El señor Doctor (1965) — doctor Salvador Medina (Chava de cariño), médico
El padrecito (1964) — padre Sebastián o Sebas, sacerdote
El extra (1962) — Rogaciano
El analfabeto (1960) — Inocencio Prieto y Calvo
Pepe (1960) — Pepe (coproducción con los Estados Unidos)
Sube y baja (El ascensorista) (1958) — Cantinflas
La vuelta al mundo en ochenta días (1956) — Paspartout (producción estadounidense)
El bolero de Raquel (1956) — Cantinflas, bolero

Películas en blanco y negro
Entrega inmediata (1963) — Feliciano Calloso, cartero y Agente Secreto
Ama a tu prójimo (1958) — Luis
Abajo el telón (1954) — Cantinflas, limpiaventanas
Caballero a la medida (1953) — Cantinflas, sastre. mejor película de todas
El señor fotógrafo (1952) — Cantinflas, fotógrafo
Lluvia de estrellas (1951) — participación
Si Yo fuera diputado... (1951) — Cantinflas, peluquero
El bombero atómico (1950) — El bombero atómico, el 777, bombero y policía
El Siete Machos (1950) — Margarito/El Siete Machos
Puerta, joven (El portero) (1949) — Cantinflas, portero
El mago (1948) — Cantinflas
El supersabio (1948) — Cantinflas, asistente del científico
¡A volar joven! (1947) — Cantinflas, piloto
Soy un prófugo (1946) — Cantinflas
Un día con el Diablo (1945) — el voceador, soldado
Gran Hotel (1944) — Cantinflas, Bell Boy
Romeo y Julieta (1943) — ruletero/Abelardo del Monte-Romeo Montesco
El circo (1942) — el zapatero
Los tres mosqueteros (1942) — Cantinflas/D'Artagnan
Carnaval en el trópico (Fiesta en Veracruz) (1941) — participación involuntaria
El gendarme desconocido (1941) — Cantinflas, el 777
Ni sangre ni arena (1941) — El Chato & Manuel Márquez "Manolete"
Ahí está el detalle (1940) — Cantinflas/"Leonardo del Paso"
Cantinflas y su prima (La prima de Cantinflas) (1940) — Cantinflas (cortometraje)
Cantinflas ruletero (1940) — Baldomero (cortometraje publicitario)
Cantinflas boxeador (1940) — Cantinflas (cortometraje publicitario)
Cantinflas en los censos (1940) — Cantinflas (cortometraje publicitario)
Jengibre contra dinamita (1939) — Bala Fría (cortometraje publicitario)
Siempre listo en las tinieblas (1939) — Chencho Albondigón (cortometraje publicitario)
El signo de la muerte (1939) — Cantinflas
Águila o sol (Cara o cruz) (1937) — Polito Sol
¡Así es mi tierra! (1937) — El Tejón
No te engañes corazón (1936) — "Canti"
Cantinflas Show (2006), Cantinflas

Premios
En 1957 obtuvo Globo de Oro al mejor actor - Comedia o musical por La vuelta al mundo en ochenta días

Bibliografía : Moreno, Mario Cantinflas: Su Excelencia. México, D. F.: Gráficas Menhir, 1969.

fuente: wikipedia

Ahora para el deleite de los que leyeron hasta aca, veamos algunas de las mejores escenas de humor del cine mexicano, el de cantinflas
A VOLAR JOVEN Y que viva el novio¡¡¡


EL BOMBERO ATOMICO


ENTREGA INMEDIATA


SI YO FUERA DIPUTADO Rapsodia Hungara #2 de Franz Liszt.


simplemente genial

agosto 02, 2009

Fritz Lang, MABUSE

La saga de Fritz Lang
Mabuse y la parábola del mal eterno


Aunque no tenga la popularidad de Metrópolis, ni la perfección de La muerte cansada, la serie de películas sobre el Dr. Mabuse es absolutamente trascendente en la carrera de Fritz Lang. Las razones no son sólo cinematográficas. A su manera, Mabuse refleja las inquietudes políticas del director austríaco, o más específicamente, sus temores sobre el poder. Además las tres partes cruzan toda la trayectoria fílmica de Lang. Desde el período mudo hasta el sonoro, desde su partida a Estados Unidos hasta el término definitivo de su carrera. El testamento del Dr. Mabuse (1933) marca la fuga de Lang de la Alemania nazi, en parte por la censura a la película y en parte por los ofrecimientos que Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler, hiciera a nombre del Führer para que encabezara los estudios germanos. Por otro lado, Los mil ojos del Dr. Mabuse (1960) es el último título del cineasta, donde queda explícito tanto la convicción de su puesta en escena (el aprovechamiento de la profundidad de campo, la luz contrastada), la influencia de su paso por Hollywood (regresó a Alemania un año antes para filmar El tigre de Bengala) y su visión sobre un período álgido en el contexto de la guerra fría (la crisis atómica y el espionaje).
Dr. Mabuse, el jugador
Las teorías que hay sobre el origen del Dr. Mabuse -basada en el personaje de la novela de Norbert Jacques y que se infiere es una denuncia soterrada a la ideología nacionalsocialista- puede que hayan condimentado las dos secuelas de Lang, pero no es una lectura tan clara en su primera cinta. Cuando en 1922 el director realiza Dr. Mabuse, Der Spieler (que traducido del alemán significa tanto jugador como actor), el nazismo era un promisorio e inquietante movimiento, pero aún intrascendente en la vida política en Alemania. En la extensísima cinta original (270 minutos), que para facilitar su exhibición fue dividida en dos partes -El jugador e Infierno-, el Dr. Mabuse es un artista del disfraz, un destacado psicoanalista que utilizando su conocimiento de la psiquis humana y sus habilidades hipnóticas, domina la mente de sus víctimas para que se desprendan de sus riquezas. Pero los bienes que va reuniendo con su red de delincuentes comunes, no es para solazarse sino para acrecentar su poder con la única meta de destruir el sistema financiero. Justamente en El testamento del Dr. Mabuse, uno de sus secuaces no logra entender por qué el doctor los obliga a hacerles la vida imposible a ciertas personas para que le den dinero, y una vez que después de grandes esfuerzos, penurias y mucho miedo lo reúnen, no quiere que lo recauden dejando a las víctimas en un estado de pavor e incertidumbre. "Hay que cometer crímenes inútiles con la única meta de aterrorizar a la población" dice el hijo putativo del Dr. Mabuse en Los mil ojos. Para el pérfido doctor, el fin no justifica los medios, los medios son el fin en sí mismo. El mal por el mal. El testamento de hecho es un manual del crimen y una declaración de principios cuyo principal objetivo es la destrucción del mundo "porque el mundo se lo merece". A diferencia de las cintas norteamericanas de gangsters de los años 30, donde el mafioso es un marginal que quiere enriquecerse al mismo tiempo que vengarse del Estado y las instituciones comerciales que son responsables de su condición (por la gran depresión económica del 29), Mabuse es un burgués que tiene la arrogancia de un "padrino" como Tony Camonte (Scarface, 1932), pero que desprecia a la humanidad desde su palco de intelectual. En ese sentido, un psicópata mucho más parecido a Hannibal Lecter que a Hitler.
Dr.Mabuse, el jugador

"No existe amor, sólo hay deseo. Nada es interesante salvo jugar con las personas y su destino" –dice Mabuse en El jugador. Cuando la novia del doctor, Cara Carozza, es apresada (y a la que además no duda en utilizar como señuelo erótico), él sufre, pero no duda un segundo en reemplazarla. Esa desafección tan característica del poderoso, junto a su habilidad camaleónica para ocultarse, creció en el perfil de sus cintas finales. Tanto en El testamento como en Los mil ojos se puede colegir lecturas políticas en una estructura argumental cercana al policial. En ambas, Mabuse es más una figura omnipresente que un personaje en sí. En Los mil ojos, el Hotel Luxor está lleno de cámaras y micrófonos ocultos desde donde el criminal lo vigila todo, en El testamento detrás de una cortina el doctor da instrucciones que deben aceptarse sin chistar.
Afiches originales de las películas de Mabuse

Mabuse reunió un perfil único de villano y por eso no es raro que su figura trascendiera a Lang. Otras cintas se valieron de su legado como el Im Stahlnetz des Dr. Mabuse (1961) –también conocida como El FBI contra el Dr. Mabuse- y Die Unsichtbaren Krallen des Dr. Mabuse (1962), ambas dirigidas por Harald Reinl; Das Testament des Dr. Mabuse (1962, remake de la cinta de Lang), Scotland Yard jagt Dr. Mabuse (1963, con Klaus Kinski), Die Todesstrahlen des Dr. Mabuse (del argentino Hugo Fregonese, 1964), todas con el fantasma del último Mabuse langiano, Wolfang Preiss, y varias con Gert Fröbe, el detective Lohmann. Posteriormente, el español Jesús Franco -director de casi 200 películas de terror y que sigue en actividad- dirigió en 1972 la última de las secuelas, La venganza del Dr. Mabuse.

En este ciclo se mostrarán El testamento y Los mil ojos en sus versiones originales, y Dr. Mabuse, el jugador, estupendamente restaurada por la Fundación Murnau y que tiene una nueva y notable partitura musical del compositor Aljoscha Zimmermann que hizo un trabajo similar hace unos años con El Golem (Paul Wegener, 1920). Curiosamente, la música del Dr. Mabuse tiene la única conexión chilena con el trabajo de Lang: Osmán Pérez Freire, nieto del Presidente Ramón Freire y autor de clásicos como "El Ayayay", fue el autor del tema original de la película que se tocaba simultáneamente a la exhibición. El tema tiene ritmo de shimmy, un jazz bailable antecesor del foxtrot, y que fue popularizado por Mae West en los años 20.

La serie Mabuse es una parábola sobre el poder en las sombras, pero también es una mirada al mal en su estado puro. Maldad que Lang sentía como una expresión latente de la época, ya que subtituló su primer Mabuse como Ein Bild der Zeit, es decir, Una visión sobre este tiempo.

escrito por Jorge Morales (www.mabuse.cl)

Fritz Lang en el cine mudo

Fritz Lang en el cine mudo
El pesimista inspirado



"Cada película define su propio estilo según su tema", era una frase que Fritz Lang repetía con frecuencia y encerraba de modo rotundo su concepción del cine, pero podía llevar a engaños. Porque si bien el "estilo" de Lang era adaptarse a las historias, es cierto también que estas historias trataban un único y gran tema: la indefensión del hombre ante fuerzas poderosas e incontrolables.

Ya sea la maldad en estado puro (Mabuse), las clases sociales depredadoras (Metrópolis), el destino inexorable (La muerte cansada) o los individuos enfrentándose a sus miedos más profundos (M, el vampiro de Dusseldorf), Lang elevó a categoría de arte superior sus reflexiones en torno a la fatalidad del hombre ante estas fuerzas que pueden destruir la existencia.

Cuando el propio cineasta escribió el prólogo del libro Fritz Lang de Lotte H. Eisner, que se centra precisamente en sus comienzos en el mudo, explicó que nunca pensó dirigir, por lo que en su caso el cine no fue una vocación largamente acariciada. Él era pintor; ésa era su pasión. Pero también escribió y vendió algunos guiones. La decisión de dirigir vino de la decepción al ver la primera película basada en un texto suyo, y sentir que lo habría hecho todo de otro modo. De lo que se sabe de esos primeros guiones, dirigidos principalmente por Joe May y Otto Rippert, es que ya se destacaba la presencia sistemática de mujeres fatales, que conducían a los hombres a su perdición.

Der müde tod

Fue el célebre productor Erich Pommer (quien también estaba iniciando su prolífica carrera), quien tras haberlo contratado como actor le permitió debutar en la dirección en 1919 con El mestizo (Halbblut). Durante ese año, realizó seis películas, entre ellas El amo del amor (Der Herr der Liebe, en que también actuó) y una adaptación de Madame Butterfly llamada Harakiri. Pero debieron pasar ocho títulos para que con La muerte cansada (Der mude Tod) lograra acariciar el éxito. El impacto de La muerte cansada fue enorme, y en Francia, Luis Buñuel reconoció que esta cinta le despertó el deseo de convertirse en director de cine. Y al otro lado del Atlántico, el famoso actor Douglas Fairbanks compró los derechos del filme por cinco mil dólares y copió los efectos especiales para usarlos en El ladrón de Bagdad. Aunque, según Lang, este los hizo aún mejores.

Quienes trabajaron con él en esta época lo recordaban ya como un dictador obsesivo, dedicado en cuerpo y alma e interviniendo en cada aspecto de la realización, rasgo que se haría palpable con el tortuoso rodaje de Metrópolis, con sus 310 días de filmación, sus 37 mil extras y su perfeccionismo ilimitado que hizo subir el presupuesto de 1,5 a seis millones de marcos.

Un poco antes, en 1921, con el guión de La tumba india (que terminó siendo dirigido por May y del que haría su propia versión en 1959), comenzó su colaboración con la escritora Thea von Harbou, quien se transformaría en su esposa y coguionista habitual. Algunas críticas de la época adjudicaban a Von Harbou los elementos más "sensibleros" de los textos comunes, mientras que querían ver la mano de Lang, que ya se había hecho fama de metódico y riguroso, en los aspectos mejor armados. Porque el drama no faltaba, como en la trágica La muerte cansada, en que Eisner ve claras referencias a Hans Christian Andersen, aunque Lang diría que quería reflejar la familiaridad de los vieneses con la muerte al modo de sus canciones tradicionales.
Metrópolis
El fracaso económico de Metrópolis hizo que su posición privilegiada al interior de la UFA comenzara a tambalear. El propio Lang no había quedado muy conforme con el resultado. En especial, le desagradaba el final de la película, con las clases antagónicas conminadas a olvidar sus diferencias y trabajar en conjunto, a través de la "buena voluntad" de sus líderes, detalle presumiblemente ideado por Von Harbou. Es por ello que para la realización de Espías (Spione, 1927), Lang fundó su propia productora, la Fritz Lang Gesellschaft, la que contaba con distribución UFA y entera libertad creativa. Aunque la búsqueda de autonomía sólo le duró para este filme y la siguiente, Una mujer en la luna.

Pero fue con el advenimiento del sonoro (al que le entregó visionarios recursos sonoros como el énfasis dramático de la música o el uso intencionado del fuera de cuadro sonoro) que Lang cerraría de forma contundente los rasgos esbozados en Dr. Mabuse: la presencia de un poder totalitario y maligno que ya empezaba a tomar forma bajo los ropajes del nacionalsocialismo. No por nada, en ambos títulos la sombra de la censura comenzaba a acechar al cineasta. Si en M, Lang logró que su filme fuera estrenado (no sin dificultades, como una serie de amenazas y la inquietud nazi por el subtítulo "Un asesino entre nosotros"), en El testamento del Dr. Mabuse, lo enfrentó directamente a la cúpula del poder hitleriano, razón por la que Lang huyó precipitadamente a Francia luego de una casi legendaria reunión en que Joseph Goebbels le ofreció la dirección del naciente cine nazi. Cosa curiosa ya que Lang aseguró que varios monólogos de Mabuse fueron tomados estrictamente de los discursos de Adolf Hitler.

M, su primer film sonoro

Aunque sus películas del primer período en Alemania suelen ser tomadas como ejemplos del expresionismo alemán, él nunca aceptó esa filiación y se identificaba más bien con Berthold Brecht. Pero sí reconocía que inevitablemente iba a tomar elementos de la tendencia que marcó el espíritu de su tiempo. Por lo demás, Eisner lo recuerda diciendo a menudo que "toda película tiene que nacer de su época para ser eficaz". Y la suya fue una oscura, triste. En su texto Happily Ever After decía que la Primera Guerra hizo que los jóvenes artistas de todo el mundo hicieran de la tragedia un fetiche, pasando al pesimismo por el pesimismo. Aunque el contenido de cada película determinara su estilo, los tiempos que corrían dejaron indiscutiblemente su marca.

escrito por Por Pamela Biénzobas y Jorge Letelier (www.mabuse.cl)

Fritz Lang en Hollywood

Fritz Lang en Hollywood
El sueño americano bajo el filtro expresionista

Amigos comenzaremos ahora con una serie de comentarios sobre Fritz Lang, si no lo conoce aqui sabra quien fue para el cine.

A diferencia de otros europeos célebres trasplantados a Hollywood, como Billy Wilder, Alfred Hitchcock o Ernst Lubistch, el vienés Fritz Lang siempre ha transitado en la historia del cine americano con un perfil menor e incluso decididamente de clase B. Las razones no están muy claras, pero el carácter insobornable de su filmografía puede explicar su resistencia a trabajar bajo los códigos éticos y estéticos de Hollywood. Y eso sin duda tuvo un costo.

La relación de Lang con Estados Unidos comenzó durante la génesis de Metrópolis (1924), cuando el entonces principal cineasta de la UFA viajó para imbuirse del sistema de producción hollywoodense. Más allá de los hallazgos técnicos aprendidos, fue la fascinación por los rascacielos de Nueva York los que marcaron en forma definitoria la depurada imaginería futurista de la cinta. Una década después, cuando había acumulado una admirable filmografía a sus espaldas (Los Nibelungos, Espías, M, el vampiro de Dusseldorf y El testamento del Doctor Mabuse), el otrora hombre ancla de la UFA, ahora convertido en un fugitivo del régimen nazi, regresó a las colinas de Los Ángeles gracias al interés del omnipresente productor de la MGM, David O. Selznick.

Furia

La siempre tensa y distante relación de Lang con los estudios quedó reflejado casi inmediatamente después de su llegada a Estados Unidos: a los pocos meses de su arribo, Selznick dejó la Metro y el cineasta perdió a su único apoyo. Un liberal de raigambre progresista en el más conservador estudio de Hollywood era un problema, y el propio Lang lo experimentó al estar cerca de un año inactivo, con un par de proyectos abortados, hasta que dio con el caso de un frustrado linchamiento y posterior venganza del acusado (un falso culpable, uno de sus obsesiones más recurrentes): Furia.

En este año de inactividad, Lang estudió a fondo la idiosincrasia del país, recorriéndolo de costa y costa y devorando la realidad circundante a través de los periódicos. Por ello este filme inicial mantiene una notable coherencia ideológica con sus crudos alegatos anteriores: es la asunción en pleno Hollywood de un extranjero de mirada crítica que no va a dejar pasar la oportunidad para subvertir a su manera el sueño americano.

En Furia y la siguiente Sólo se vive una vez (You only live once, 1937), Lang estaba elaborando algunas de las premisas fundacionales de lo que unos años más tarde se llamaría cine negro: el verismo objetivo y social (a menudo documentalista), el fatalismo que rodea a sus falsos culpables y la ambigüedad de sus mujeres. Y por supuesto, la herencia expresionista que se haría palpable con sus elaboradas composiciones abstractas y sus violentos juegos de luz y sombra. No es casualidad que luego de sus interludios en el western (El regreso de Frank James entre ellos) y su trilogía antinazi, Lang esté listo para entrar en gloria y majestad a los terrenos más complejos del film noir.

Secreto tras la puerta

Inmerso de lleno en la producción independiente de clase B, Lang inauguró una trilogía plena de resonancias sicológicas con La mujer del cuadro (1944), para luego crear su propia productora, Diana, asociado al productor Walter Wanger y la actriz Joan Bennett, con quienes firmó Perversidad (1945) y Secreto tras la puerta (1947). Retomando una raíz onírica que estaba presente en sus primeros trabajos alemanes, Lang dotó de manifiesta ambigüedad moral estos relatos, apuntando sus dardos al relativismo de la justicia y donde el destino fatalista de los protagonistas se enfrenta explícitamente a un entorno inmisericorde, a menudo con la muerte como gran telón de fondo.

Como era de esperar, Lang despertó sospechas en el maccarthismo por su inclaudicable visión crítica sobre la justicia, la corrupción policial y la opresión institucional sobre los individuos. Por esta vez, las negras tragedias de sus protagonistas, lo tenían ahora a él en la mira de los administradores del mal. Y eso tuvo su efecto. Tal como recordaría tiempo después Lotte Eisner, Lang vivía sumido en el constante terror de ser acusado de algo, luego que en su juventud fuera sindicado como posible sospechoso de la muerte de su primera esposa. Eso hizo que el director escribiera detalladamente todo lo que hacía, como un diario de pruebas que demostraría su inocencia ante cualquier eventualidad.

Si bien oficialmente no era un blacklisted, la Caza de Brujas lo mantuvo tres años sin dirigir, tiempo en que perdió proyectos como el western Winchester 73 (Anthony Mann) y el ganador del Oscar de 1950 Todos los hombres del rey (Robert Rossen). Y entre encargos puramente alimenticios como House by the river (1950) y American guerrilla in the Philippines (1950), entró a la última fase de su carrera, un epílogo brillante en que al igual que el protagonista de Furia, Lang utilizaría como su venganza afilados filmes que recogerían el histerismo ideológico de su patria adoptiva.
Rancho Notorius
Uno de ellos es el western Rancho notorious (1952), una historia de venganza con Marlene Dietrich al frente de un rancho habitado por proscritos de la ley. Sufriendo indecibles humillaciones para terminarlo (un tercio del metraje fue cercenado por el productor, se cambió el título sin avisarle y la Dietrich se le enfrentó en el set), Lang ya avizoraba el término de su periplo americano, pero aún le quedarían fuerzas para cerrar su aportación al cine negro con el trío de filmes más cínicos y amargos de su filmografía, en perfecta concordancia con la caza de brujas que llegaba a su fin: Los sobornados (1953), que examina a una sociedad fracturada por la violencia y la corrupción; Mientras la ciudad duerme (1956), su ajuste de cuentas con el periodismo que cerró los ojos ante la persecución, y Más allá de toda duda razonable (1956), donde vuelve a poner en tela de juicio la idoneidad de la justicia y los valores de una sociedad que se juzga a sí misma virtuosa e íntegra. Lang abandonó Estados Unidos con un sabor amargo, dejando una serie de interrogantes sobre un país que pese a acogerlo, no lo adoptó entre sus favoritos. Escrito por Jorge Letelier (continuara...)

Gentileza mabuse.cl

julio 23, 2009

Peliculas con mas premios Oscar ganados

Películas que han ganado 11 Oscar
* 2003: El Señor de los Anillos: El retorno del Rey (Lord of the Rings: Return of the King)
* 1997: Titanic (Titanic)
* 1959: Ben-Hur (Ben-Hur)

Películas que han ganado 10 Oscar
* 1961: West Side Story (West Side Story)

Películas que han ganado 9 Oscar
* 1996: El paciente inglés (The English Patient)
* 1987: El último emperador (The Last Emperor - L'ultimo imperatore)
* 1958: Gigi (Gigi)

Películas que han ganado 8 Oscar
* 2008: Slumdog Millionaire (Slumdog Millionaire)
* 1993: La lista de Schindler (Schindler's List)
* 1984: Amadeus (Amadeus)
* 1982: Gandhi (Gandhi)
* 1972: Cabaret (Cabaret)
* 1964: My Fair Lady (My Fair Lady)
* 1954: La ley del silencio (On the Waterfront)
* 1953: De aquí a la eternidad (From Here to Eternity)
* 1939: Lo que el viento se llevó (Gone With the Wind)

Películas que han ganado 7 Oscar
* 1998: Shakespeare in Love (Shakespeare in Love)
* 1990: Bailando con lobos (Dances With Wolves)
* 1985: Memorias de África (Out of Africa)
* 1973: El golpe (The Sting)
* 1970: Patton (Patton)
* 1962: Lawrence de Arabia (Lawrence of Arabia)
* 1957: El puente sobre el río Kwai (The Bridge on the River Kwai)
* 1946: Los mejores años de nuestra vida (The Best Years of Our Lives)
* 1944: Siguiendo mi camino (Going My Way)

Películas que han ganado 6 Oscar
* 2002: Chicago (Chicago)
* 1994: Forrest Gump (Forrest Gump)
* 1983: La fuerza del cariño (Terms of Endearment)
* 1977: La guerra de las galaxias (Star Wars)
* 1974: El padrino II (The Godfather Part II)
* 1966: Un hombre para la eternidad (A Man for all Seasons)
* 1951: Un lugar en el sol (A Place in the Sun)
* 1951: Un americano en Paris (An American in Paris)
* 1950: Eva al desnudo (All About Eve)
* 1942: La señora Miniver (Mrs. Miniver)

Películas que han ganado 5 Oscar
* 2004: El Aviador (The Aviator)
* 2000: Gladiator (Gladiator)
* 1999: American Beauty (American Beauty)
* 1998: Salvando al soldado Ryan (Saving Private Ryan)
* 1995: Corazon Valiente (Braveheart)
* 1991: El silencio de los Inocentes (The Silence of the Lambs)
* 1979: Kramer contra Kramer (Kramer vs. Kramer)
* 1978: El cazador (The Deep Hunter)
* 1975: Alguien voló sobre el nido del cuco (One Flew Over the Cuckoo's Nest)
* 1971: French connection, contra el imperio de la droga (French Connection)
* 1968: Oliver (Oliver)
* 1967: En el calor de la noche (In the Heat of the Night)
* 1966: ¿Quién teme a Virginia Woolf? (Who's Afraid of Virginia Woolf?)
* 1965: Doctor Zhivago (Doctor Zhivago)
* 1965: Sonrisas y lágrimas (The Sound of Music)
* 1964: Mary Poppins (Mary Poppins)
* 1960: El apartamento (The Apartment)
* 1956: La vuelta al mundo en 80 días (Around the World in 80 Days)
* 1956: El rey y yo (The King and I)
* 1952: Cautivos del mal (The Bad and the Beautiful)
* 1944: Wilson (Wilson)
* 1941: ¡Qué verde era mi valle! (How Green Was My Valley)
* 1934: Sucedió una noche (It Happened One Night)

Espero les haya gustado esta informacion...

fuente: www.oscar.com

julio 18, 2009

El Documental Falso, Un Genero de verdad

En los inicios del documental se halla su hijo bastardo: el documental falso, género que dice, en parte o completamente, un montón de mentiras bajo la apariencia de documental, que es sinónimo de lo verdadero, de lo que ha sido extraído de la realidad "real". La esencia del documental falso es que todos los involucrados, creadores y público, saben que es falso, una charada, y este nivel de complicidad ha funcionado en el cine básicamente en dos registros: la comedia y el terror.

Pero en sus inicios, el documental falso carecía de su esencia pues sólo una parte involucrada sabía que se trataba de una mentirilla: sus creadores. Según algunos historiadores, algunos filmes hechos en la guerra cubana-española-americana de 1897-98 pertenecen a esta estirpe: los comentarios de la batalla del Maine no habían llegado a tierra (febrero de 1897), cuando Georges Méliès ya estaba vendiendo un "documental'' (seis distintas versiones) de la explosión y el hundimiento del navío, aun cuando pasó de noche y en la oscuridad. Treta similar a la utilizada por Blackton and Smith, los fundadores de la compañía Vitagraph. Los entusiastas y novatos corresponsales de guerra se encontraban filmando desde una colina la batalla naval de Santiago –en el arribo de las tropas de EE.UU. a Cuba- cuando dos tiros atravesaron la cámara dejándola inservible. De regreso a Nueva York, la prensa les consultó si tenían algún material de la batalla. Sin pensarlo demasiado, ellos dijeron que sí, y de inmediato procedieron a filmar en un set de miniatura la mentada batalla, usando fotos de las naves de guerra que fueron publicadas en esos días. Al parecer la necesidad que impulsaba a estos cineastas era completar con imágenes recreadas un material verídico. Como D.W. Griffith que en 1914 supervisó la producción La vida de Villa, un documental que mostraba la vida del revolucionario mexicano con inéditas y valiosas imágenes "auténticas" que en gran parte eran reconstrucciones de estudio.


Ciudadano Kane, de Orson Welles, un experto en mentiras

Otro cineasta mayor que saborearía las ventajas de contar mentiras bajo un formato confiable antes de ocuparlas en el cine fue Orson Welles. En la noche de Halloween de 1938, Welles dirigió el radio teatro La guerra de los mundos de H.G.Wells: una sucesión de despachos radiales de periodistas que "veían'' los devastadores efectos de la invasión marciana. Con un lacónico y cínico "lo siento, nunca pensé que ocasionaría tanto daño'', Welles se disculpó al día siguiente tras el reguero de accidentes automovilísticos, infartos y ataques de pánico.

Welles ocupó propiamente el formato del documental falso en su obra maestra: El ciudadano Kane (1941), cuando a través de breves noticiarios ficticios hace "despachos'' con la vida de Charles Foster Kane (el propio Welles). Una forma de darle verosimilitud a esta falsa biografía inspirada en el magnate de las comunicaciones, William Randolph Hearst.

La comedia: El peso de Woody Allen

Woody Allen ha sido uno de los mejores cultores del documental falso, casi siempre enmarcado dentro de la comedia. Su primera película, dirigida y actuada ya como una estrella, fue Robó, huyó y lo pescaron (1969): la historia de un compulsivo ladrón que sirve de excusa para una larga lista de gags, algunos fomes y otros hilarantes, que, sin embargo, están tratados como un "serio y científico'' seguimiento documental.

La obra maestra de Allen en este sentido es la historia de otro compulsivo, Zelig (1983). Leonard Zelig (otra vez Allen) es un literal camaleón humano en los años 20 que puede cambiar su apariencia dependiendo del grupo en el que se encuentre. Si está entre judíos ortodoxos, la barba le crece, si está en una banda de jazz negra, se torna negro, si está entre siquiatras –que estudian su caso- se transforma en un perfecto sicoanalista. Filmada en blanco y negro, la película reproduce con notable precisión el estilo de los documentales y noticiarios de la época, mérito del director de fotografía Gordon Willis. Vemos registros de fotografías de principios del siglo XX, con Zelig creciendo en las calles de EE.UU. y un narrador en off contando el extraño (y ficticio) caso del protagonista. Pero la parodia no termina ahí: Allen recurre a entrevistas verdaderas para darle más bombo al chiste. Por ejemplo, frente a cámara –en colores y supuestamente en el presente- aparece la escritora Susan Sontag opinando sobre lo que fue el "fenómeno Zelig" como si éste efectivamente hubiera ocurrido.


El camaleónico Woody Allen en Zelig

El último documental falso de Woody Allen es Dulce y melancólico (2001), la vida de un talentoso, pero vicioso guitarrista de jazz (un notable Sean Penn). La prolijidad que había logrado en la fórmula de Zelig cede terreno a una anécdota menor, pero con momentos de alto vuelo, en especial gracias a la inclusión de la inglesa Samantha Morton. Acá también se vale de entrevistas verdaderas ocupando a varios reputados críticos de jazz y un conocido clarinetista amateur: el mismo Allen.

Otras demostraciones de las buenas migas entre comedia y el documental falso son This is Spinal Tap (1984) y Forgotten silver (1995), dos puntos cúlmines que, de hecho, rebozan de "realidad" y "humanidad" que ya se quisieran los documentales verdaderos. This is Spinal Tap es una parodia de Rob Reiner sobre los documentales a las bandas de heavy metal de los años 80. Reiner encarna al cineasta Marty DiBergi, quien narra y filma la gira de la ficticia banda inglesa Spinal Tap por Estados Unidos. Lo que vemos son graciosas bromas visuales, shows, canciones y gestos típicos de las bandas de metal, pero lo mejor son las bambalinas. Una lista de desaciertos y miserias que dejan al descubierto la más pura estupidez humana. En el fondo, se trata del mismo resultado de un documental real.

Chistopher Guest era uno de los actores que interpretó a uno de los músicos chascones de esta ficticia banda que incluso sacó un album al mercado. Guest, marido de Jamie Lee Curtis, siguió cultivando el documental falso (también conocido como faux-documentary) y dirigió y protagonizó Waiting for Guffman (1996), una vitrina a un pueblo chico y anónimo que celebra su 150 aniversario. Luego le hincó el diente con Best in show (2000): un seguimiento a los concursos caninos en Estados Unidos. A Mighty Wind (2003) se llama su último faux-documentary, un acercamiento al reencuentro de una banda de música folk. Se acaba de estrenar en Estados Unidos y la crítica celebra la sátira y el sentido del humor del señor Guest.

A inicios de los 90 el director Peter Jackson era conocido por ser el rey de las películas gore o de efectos especiales sangrientos. Mal Gusto (1987) y Brain dead (1991) eran festines de sesos y tripas, por eso sorprendió cuando realizó Criaturas celestiales (1994), una delicada exploración a la amistad de dos amigas adolescentes, marcada por la obsesión y la muerte. Su siguiente trabajo fue el documental falso Forgotten silver (1995) –producido para la televisión pública neozelandesa- un delirante filme que sigue la vida del ficticio Colin McKenzie, un olvidado director de cine de principios del siglo XX que se anotaría varios récores: hacer la primera película en colores, la primera sonora y otros prodigios que cayeron en el olvido debido a su mala, no, pésima estrella. El relato sigue el formato del documental con precisión milimétrica, las recreaciones de filmes antiguos son admirables, lo mismo que las fotografías "de época'', aunque lo mejor es la construcción de esta biografía falsa: se trata de la historia de un eterno perdedor que, pese a fracasar una y otra vez, siempre se repone e insiste en su reguero de derrotas para que las bromas sigan funcionando.


Peter Jackson

Más contemporánea en sus alcances es la comedia El ciudadano Bob Roberts (1992), dirigida y protagonizada por Tim Robbins y que critica con ácida mirada las bases del poder en Estados Unidos. Como si fuera un documental moderno, con cámaras de videos y el formato de los telediarios, la historia muestra las dos caras del risueño candidato al senado Bob Roberts (Robbins), un millonario que canta canciones folk y cuya expresión de cabecera es "ser populista".

Mención aparte merece el programa de TV, Larry David: Curb Your Enthusiasm (1999), sitcom que transmite HBO y que en EE.UU. existe desde hace cuatro años. El co-creador de Seinfeld, Larry David, usa una especie de formato documental como una vestimenta para darle un look distinto a sus bromas. Como dijo un amigo, con Seinfeld uno se reía de los chistes, con Curb Your Enthusiasm uno ve cómo se le ocurren a David los chistes en su diario vivir.

El terror y otras rarezas


Si el documental falso es el género bastardo del documental, el terror (en este formato) es el hijo bastardo del documental falso. Sin embargo, los primeros trabajos de "terror documental" sí tienen un sustento real: las llamadas películas mondo (mundo en italiano, creadores de este sub-subgénero) conjunto de escenas bizarras de distintos lugares del planeta que iban desde excéntricas imágenes de cementerios de animales hasta sádicas prácticas tribales. De mano de la degradación de esta serie de filmes sensacionalistas llegó el documental falso: Holocausto Caníbal (Ruggero Deodato, 1979), cinta que bajo una premisa antropológica mostraba justamente las costumbres de una tribu antropófaga. Fue tal la veracidad de sus recreaciones que su director debió demostrar en los tribunales italianos que las torturas y sangrientas tomas eran fruto de unos notables efectos especiales.

Claro heredero del filme de Deodato es El proyecto de la bruja de Blair (1999) de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez. Mediante una inteligente estrategia publicitaria en internet, hicieron que todo el mundo viera este juego de terror hecho a base de pésimas tomas (el video de mi bautizo es mejor), pero sumamente intrigante por los recursos que utilizaron. Los sugerentes y aterradores ruidos fuera de cámara, los testimonios de los vecinos que aseguran conocer a la Bruja de Blair y, lo más efectivo, las carreras emprendidas durante la noche para huir "de lo desconocido'', en medio de gritos y llantos. La cara de la protagonista, uno de los estudiantes de cine que supuestamente grabaron su búsqueda de la Bruja de Blair, con mocos y llorando, si a estas alturas no asusta, en su momento causó comentarios y una recaudación millonaria de más de 140 millones de dólares sólo en Estados Unidos.


"Blair Witch Project"

El desgaste de la fórmula se ve con fuerza en la secuela: una porquería de la que simplemente no quiero hablar. Y hablando de porquerías, dentro de toda la variedad de documentales falsos existentes –entre los porno y los "artísticamente ambiciosos''- hay una serie que es parte de la cultura popular: Las Caras de la muerte. Clasificable como terror y también como gore, esta colección incluye todo tipo de asquerosidades. Según las referencias en internet, son todas falsas y filmadas como si fueran reales. Pero cuando recuerdo un par que vi de chico, se me revuelve el estómago.

Dentro del drama no son muchos los que se atreven a usar el documental falso: hay cuotas de este sub género en Maridos y esposas (1992), una vez más de Woody Allen; en Todo por un sueño (1995), de Gus Van Sant y más cuotas en realidad en Los idiotas, de Lars von Trier: uno de los títulos del movimiento Dogma 95. Con el uso de cámaras digitales y los códigos de un documental –o sea, entrevistas, testimonios y escenas que parecen sacadas de la vida cotidiana- Von Trier registra como un grupo de personas adultas, serias e inteligentes, se lanzan a realizar un absurdo experimento social: hacerse pasar por retrasados mentales.
Por Ernesto Garratt (www.mabuse.cl)

julio 08, 2009

La Vuelta al mundo en 80 dias (1956)


Argumento

A finales del siglo XIX, en el Club de la Reforma en Londres, un grupo de acaudalados individuos realiza una apuesta con el abogado Phileas Fogg, acerca de que éste no puede atravesar todo el mundo en menos de 80 días. Fogg toma a pecho el reto, y con su fiel sirviente Passepartout, salen de apuro en un intinerario agitado que comprende España, Francia, Egipto, la India, Hong Kong, Japon,y Estados Unidos. Pero en la travesía se les suma el molesto Mr. Fix, un detective inglés encubierto que está convencido de que Fogg ha robado el banco de Inglaterra. Y, mientras tanto, Fogg y compañía se involucran en constantes aventuras en cada parada del camino, desde lidiar con los thugs y rescatar a una princesa hindú de la muerte, hasta ser perseguidos por los indios sioux en el lejano oeste. Pero innumerables contratiempos atentan a que Fogg, Passepartout y la recien llegada princesa Aouda puedan cumplir con el plazo de la apuesta.

La Pelicula
Con respecto a la trama de la obra, Michael Anderson elabora un magnífico espectáculo, y así veremos en esta cinta maravillosos exteriores rodados en los lugares más recónditos del mundo, toda clase de animales exóticos, bellos decorados y un esmerado vestuario, todo ello bajo la excelente banda sonora de Victor Young. Cuenta también con un reparto a la altura de las circunstancias y así, junto al dúo protagonista, aparecen los actores Marlene Dietrich, Charles Boyer, Shirley MacLaine, Buster Keaton, Ronald Colman, Peter Lorre, Frank Sinatra. Esta filmación obtuvo cinco Oscar en las categorías de mejor película, mejor guión adaptado, mejor fotografía, mejor montaje y mejor banda sonora. Todo un clásico basado en la mejor novela de Verne.

La Pelicula es muy entretenida, las imagenes de los distintos lugares hacen involucrarse con ella, la musica, y el viaje en si capta la atencion del publico. Esta cinta en su proceso se gasto mas de 6 millones de dolares, muchisimo dinero para una cinta tan particular, dicen por ahi que han contado mas de 50 personajes famosos de la epoca que trabajaron en la pelicula. En esta película muchos famosos actores hacen pequeñas apariciones interpretándose a sí mismos (Todd tiene el crédito de inventar el término "cameo"), incluyendo a Marlene Dietrich, George Raft, y hasta Frank Sinatra por nombrar sólo a algunos. Algunas locaciones son auténticas, pero otras son recreaciones de estudio. La película tiene la marca de la mayor cantidad de animales jamás empleados en un film.

a continuacion una serie de imagenes de la pelicula...






Personalmente soy un fanatico de Cantiflas, el irradia alegria y algo mas, (no me meto en sus problemas personales), esta pelicula es muy recomendable para verla con la familia, evidentemente van a encontrar muchos detalles de la epoca en la pelicula que es mejor pasarlas desapercibidas, por que, es una de las primeras muestras en larga duracion en pantalla gigante (despues vendria 20.000 leguas de viaje submarino) de una pelicula basada en el gran maestro de la ciencia ficcion Julio Verne, que hasta el dia de hoy muchos se han inspirado en sus obras, y no tiene sentido reparar en detalles, mejor verla y disfrutarla (comprenla)

Ficha técnica

Género: Aventuras
País: Estados Unidos
Duración: 167 minutos
Año: 1956
Director: Michael Anderson
Guión: James Poe, John Farrow, S.J. Perelman
Reparto: Mario Moreno "Cantinflas" (Passepartout), David Niven (Phileas Fogg), Shirley MacLaine (Princesa Aouda), Robert Newton (Inspector Fix) Finlay Currie, Ronald Squire, Charles Boyer, Cesar Romero, Ronald Colman, Peter Lorre, Marlene Dietrich, John Carradine, Frank Sinatra, Buster Keaton
Productor: Michael Todd
Casa productora: Warner Bros. Pictures
Música: Victor Young
Fotografía: Lionel Lindon

Trailer de La vuelta al mundo en 80 dias

Marty (1955)


Marty es una película estadounidense dirigida por Delbert Mann, ganadora de 4 premios de la academia en 1955. Estatuillas a: Mejor guión, Mejor director, Mejor actor y Mejor película.

Argumento


Marty (Ernest Borgnine), es un carnicero italo-norteamericano que convive en el barrio neoyorquino del Bronx junto a su posesiva madre (Esther Minciotti). Soltero a sus treinta años su timidez y torpeza con las mujeres le hace creer que nunca iniciará una relación amorosa. Por insistencia de su madre, sale una noche para bailar y conoce a Clara (Betsy Blair) una profesora tan insegura y tímida como él surgiendo un romance que es desaprobado tanto por la madre de Marty como por sus amigos.

La Pelicula

Marty, norteamericano de origen italiano, trabaja en una carnicería. Como tiene 34 años y aún no se ha casado, todos lo acosan para que se decida. Pero su físico es ingrato y no encuentra ninguna muchacha que se interese por él. El sábado en la noche, por complacer a su madre que desea conozca muchachas, va con su amigo a un salón de baile. Allí encuentra una joven a quien su compañero ha dejado plantada y que sufre el mismo complejo de Marty. Este la saca a bailar, conversan y encuentran mutua comprensión y afecto. Marty es feliz de haber encontrado por fin lo que tanto buscaba y al separarse de la joven queda en llamarla al día siguiente por teléfono. Sin embargo, todo cambia al otro día: la madre se opone a la amistad pues se siente celosa, los amigos le dicen que es muy fea y la situación familiar se complica. Pero más tarde, ante la perspectiva de otra noche insulsa y dándose cuenta de que tiene en sus manos la oportunidad de su vida, se reviste de coraje y venciendo su complejo, no le importa la opinión de los otros si el quiere a la muchacha y se dirige al telefono para llamarla.

Apreciación Artística

Tema original, sencillo y lleno de grandes valores humanos. Magnífica realización, con acertado uso de la fotografía, especialmente los primeros planos y enfoques de rostro. Diálogo bien traído. Ambientación de primer orden. Acertado el montaje. Dirección digna de elogio. Extraordinaria la interpretación. NOTABLE.

Juicio Moral

Primacía de las buenas cualidades del corazón sobre la belleza física. Respeto a la mujer y concepto elevado del amor. Corage del personaje central ante las dificultades cotidianas y su deseo de fundar un hogar. Algunas conversaciones revelan en forma realista, la mentalidad y los entretenimientos poco honestos de cierta parte de la juventud. Especialemente recomendable.


Ficha Tecnica
Nacionalidad: Norteamericana
Director: Delbert Mann
Productor: Harold-Hecht
Productora: Hech-Lancaster Prod.
Distribuidora: Artistas Unidos
Asunto: Comedia sentimental
Metraje: 89 minutos
Argumento y guión: Paddy Chayesfsky
Música: Roy Webb
Música adicional: George Bassman
Fotografía: Joseph LaShelle
Montaje: Alan Crosland Jr.
Intérpretes: Ernest Borgnine, Betsy Blair, Esther Minciotti, Augusta Ciolli, Joe Mantell, Karen Steele.

"Síntesis y crítica de la película “Marty” como aparece en la “Guía Cinematográfica 1955” editada en Cuba en 1956"

Ver Pelicula Marty, ver por partes (youtube.com)

Hamlet (1948)


Hamlet es una película británica dirigida por Laurence Olivier adaptando la obra homónima de William Shakespeare. En la entrega de los oscar del mismo año logro 4 estatuillas a : Mejor película, Mejor actor (Laurence Olivier), Mejor dirección Artística (Blanco y Negro: Roger K. Furse - Carmen Dillon) Mejor diseño de vestuario (Blanco y Negro) Roger K. Furse.

Argumento

El padre de Hamlet, rey de Dinamarca, ha sido asesinado secretamente por su tío Claudius, que ha asumido el trono. Pero Hamlet sabe del asesinato porque el fantasma de su padre se le ha aparecido y se lo ha confesado. Hamlet, clamando venganza, encuentra a una banda de actores errantes y los contrata para interpretar una obra en la corte real, mostrando a un rey siendo asesinado por su hermano, en circunstancias idénticas a las Claudius asesinó al padre de Hamlet... esperando así poder confirmar la culpa de Claudius viendo su reacción.

Hamlet y el lenguaje cinematográfico


Desde el principio, la película trata de introducirnos en el texto teatral pero utilizando técnicas específicamente cinematográficas.

En primer lugar, nos encontramos con un uso frecuente de la grúa, o bien para acompañar a los personajes o bien para recorrer las estancias vacías y tenebrosas del Castillo de Elsinore. La cámara se mueve constantemente, con gran agilidad. Así, al principio de la película, cuando Marcelo, uno de los guardias, dice la famosa frase “Algo huele a podrido en Dinamarca”, un movimiento de grúa acompañado por su mirada nos guía a través de las murallas del castillo, bajando las sinuosas escaleras, pasando a través de sus muros de piedra, hasta llegar a la silla vacía del trono. Ahí se detiene unos segundos y sigue recorriendo la fortaleza hasta quedarse frente al lecho de la reina Gertrudis (¿Un adelanto de lo que se nos hablará?) y justo en ese momento encadena con un primer plano del nuevo rey, Claudio -magnífico Basil Sydney- , bebiendo y riendo sonriente.

Este recurso de mover la cámara a través de las habitaciones vacías de castillo es utilizado frecuentemente. Muchas veces, la cámara se aleja de los personajes para recorrer el recinto, subiendo las escaleras de caracol hacia la muralla, saliendo hacia el exterior lleno de niebla. Otras, los sigue moviéndose a través del espacio, como en una coreografía, haciendo que los actores compongan los planos con sus movimientos. De hecho, serán utilizados los primeros términos de unos personajes sobre otros o través de elementos significativos, como la copa envenenada en la secuencia del duelo final, que constantemente mira Gertrudis -aquí Elieen Herlie, de nuevo, nos demuestra su gran talento como actriz- , consiente de su contenido.

Destaco la escena de la representación de “La muerte de Gonzago”, en la que vemos a los cómicos a través de travellings semicirculares que van descubriendo en primer término a los personajes principales, viendo sus reacciones a medida que avanza la pantomima.

Otro uso brillante de la grúa es cuando ésta adopta el punto de vista del fantasma del padre de Hamlet. En la secuencia con su madre en la habitación, nuestro héroe ve de nuevo al espectro y éste se mueve a través de la estancia adoptando un punto de vista alto, dejando a Hamlet y Gertrudis en un plano general picado, haciendo que el príncipe hable a cámara, para hacernos más patente la presencia del espíritu. “¡Miradle donde va, aún por el pórtico!!!”.El fantasma se aleja y la cámara deja a Olivier en el suelo, metiéndose entre los muros de piedra. Ésta se convierte en un personaje más de la obra.

La película se mete en la mente de los personajes

Los monólogos internos de los personajes, que en la obra teatral suelen ser largos soliloquios, se transforman en voces en off, que recrean sus pensamientos y así, tal y como sucede a veces en la vida real, vemos como un personaje está pensando algo y de pronto comienza a expresarlo en voz alta, de manera inconsciente, haciendo salir afuera ese pensamiento, como si se le escapara. De esto es un buen ejemplo el momento en que Hamlet, al principio de la historia, se queda sólo. Gertrudis, su madre y su reciente marido, su tío Claudio, se retiran. En un primer plano, Olivier observa como salen y permanece pensativo mientras comienzan a oírse en off sus pensamientos, su pesar por la muerte de su padre, pero sobretodo, su malestar porque su madre no haya esperado ni dos meses para casarse con su tío. Se levanta de su asiento en un impulso “¡Oh, Dios!, ¡Dios!” y la cámara le sigue por la habitación mientras fluyen sus ideas hasta que se sienta de nuevo, teniéndole, como al principio, en un primer plano. De vez en cuando, alguno de estos pensamientos se le escapa y lo escuchamos decir en voz alta: “¡Antes de un mes!” “ Fragilidad, tu nombre es de mujer!”. Estas frases sueltas son como impulsos.

El famoso monólogo “ser o no ser” está resuelto de la misma manera; Hamlet sobre un acantilado mirando como las olas rompen sobre las rocas. Y sobre este plano del mar revuelto, comienza su monólogo. Poco a poco se va encadenando con un primerísimo primer plano del actor, del que solo vemos sus ojos y de nuevo el mismo proceso: asomado en el acantilado, a Hamlet se le escapan sus ideas. A veces las oímos en off, y otras vemos como las recita en voz alta.

Es interesante el juego que se hace con el tiempo mezclando los flashbacks con las voces en off. Esto es utilizado de manera muy hermosa en secuencias relacionadas con el personaje de Ofelia, a la que Jean Simmons dota de una especial belleza y fragilidad. Así, por ejemplo, la primera aparición de Hamlet tras haber hablado con el espíritu de su padre y enterarse del crimen de su tío Claudio, es mediante un flashback. Ofelia cose en su habitación y la cámara se acerca en travelling hasta un primer plano. Entonces empezamos a escuchar su voz en off recordando, como si se lo contara a sí misma. La imagen se oscurece y mediante un encadenado vemos aparecer en la habitación la figura de un Hamlet con ropas descuidadas y mirada de loco. La voz de Ofelia ilustra la escena y cuando ésta termina, la imagen vuelve a oscurecerse y de nuevo, mediante un encadenado, regresamos al primer plano de ella. Es entonces cuando la cámara vuelve alejarse con un travelling. Mediante este recurso, un parlamento dicho por Ofelia en la obra a otro personaje, es utilizado para meterse en su mente, en sus recuerdos.

Su muerte, que en la obra es relatada por la reina Gertrudis a Laertes, su hermano, aquí se nos aparece de manera totalmente distinta. Es ésta una de las secuencias más hermosas de la película, con un aire de cuento, casi mágico, al que ayuda bastante la música de William Walton. Tras ver en la escena anterior a Ofelia totalmente perturbada, nos encontramos con las imágenes de un lago en un bosque cuya atmósfera es de lugar encantado, además de ser uno de las pocas secuencias que hay en el exterior del castillo. La voz en off de Gertrudis nos ilustra las imágenes, como si de un relato se tratara y así, vemos aparecer a Ofelia flotando en el agua y rodeada de flores mientras se la lleva la corriente. La estampa recuerda muchísimo al cuadro prerrafaelista de Millais, “Ofelia”. La voz de Jean Simmons cantando una tonadilla y riendo inconsciente de su destino, contribuye a sentirnos como en un cuento. En ningún momento veremos a Gertrudis contando esta historia, sino que de estas imágenes se pasa directamente al cementerio y la secuencia del entierro de la joven.

A todos estos elementos debo añadir la naturalidad de los intérpretes que hacen que el texto shakespeariano sea mucho más cercano. El Claudio de Basil Sydney es fantástico, sin caer en el arquetipo del “malo maloso”; la reina de Eileen Herlie está llena de sensualidad y sabiduría; Jean Simmons le da a su Ofelia una fragilidad y dulzura que se convierten en inquietantes cuando la vemos totalmente loca, y por supuesto Olivier está soberbio como ese Hamlet atormentado, problemático, lleno de dudas… Lo que sí recomiendo es que se vea la película en su versión original, pues el doblaje al castellano consigue todo lo contrario, haciendo que el texto suene engolado y rancio. Como curiosidad destacar la aparición en papeles muy secundarios de Peter Cushing y Christopher Lee, que años más tarde actuarían juntos en diversas películas de la Hammer.

Este Hamlet de Laurence Olivier es una adaptación muy amena de la obra original, y consigue aportarnos un punto de vista con el que (puede) muchos de los lectores de la obra no estén de acuerdo, pero que considero cuanto menos interesante, y sobre todo, llevada inteligentemente a la pantalla. Se ve claramente como el director trató, de algún modo, “reconciliar la vieja antinomia entre lenguaje teatral y cinematográfico”.

La película fue la primera no americana en ganar el Oscar a mejor película y fue premiada en Venecia con el León de Oro. Pasarían, sin embargo, siete años para que Olivier volviese a llevar a Shakespeare al cine con Ricardo III. Pero como diría Michael Ende, esa es otra historia que ha de contarse en otra ocasión…

Ficha técnica
Dirección Laurence Olivier
Producción Laurence Olivier
Música William Walton
Fotografía Desmond Dickinson
Reparto Laurence Olivier - Basil Sydney - Eileen Herlie - Jean Simmons
País Reino Unido
Año 1948
Género Drama
Duración 155 minutos

Ver Pelicula Hamlet, escena Laurence Olivier (ingles)